viernes, 24 de octubre de 2014

Internet.

Estoy aburrida.

-Pues entretente.

¿Por qué diablos creaste el aburrimiento?

-Yo no lo creé directamente, es sólo una consecuencia de tu falta de creatividad a la hora de buscar actividades. Yo creo que es más responsable el Internet que yo.

No hables mal del Internet que me hago atea de inmediato.

-El Internet no es malo en sí mismo, ayuda a las personas a comunicarse cuando están lejos, ayuda a dar a conocer tus ideas y/o pensamientos, facilita reencuentros, le permite a los jovenes acceder a información que en tu época era imposible... El problema es que de alguna forma el Internet te ha quitado de las manos las herramientas más básicas que tenías: Trabajo, actividades manuales, jardinería y un largo etcétera. Además el feminismo ha contribuido al declarar a todas esas labores como una "esclavización de género". Te cuento un dato: La presión que se ejerce en las yemas de los dedos al realizar actividades manuales, relaja.

Pero yo no soy una adicta... al... Internet... Creo. No sé, no estoy segura.

-Todo depende de lo que haces durante el día: si te pasas todo el día frente al pc lo más probable es que tengas un problema: además para tu familia estás ausente todo ese tiempo y eso duele.

En China hay centros de rehabilitación para adictos al Internet.

-Sí, y según yo debería haberlas en todo el mundo. Nadie puede ir con su hijo pequeño de la mano y pendiente del smartphone. Es peligroso. E inmoral. Los niños están atentos a su ambiente, tienen preguntas que los padres deben contestar, deben estimular su cerebro, su gusto por aprender cosas nuevas.

Sólo hazlo diferente.

-No funciona así. Yo sólo doy empujoncitos cuando hace falta, la mayoría de los procesos se realizan de forma natural. La cultura del los cabizbajos está instalada. Luego se darán cuenta de que es un desastre y se moderarán. Aprenderán.

¿Aprenderán?

-Aprenderán. Por la razón o la fuerza.

Me asustas con esos comentarios.

-Qué bien, quiere decir que no he perdido mi touch.




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