jueves, 2 de julio de 2015

¿Padre ausente?

...

...

...

¿Sabes? Te iba a hablar y de pronto me quedé en blanco. Me puse a alimentar a mis perros, me fui a ver una serie, cené y vuelvo aquí y me doy cuenta de que pasaron varias horas y no fui capaz de volver a pensar en ti.

-Hola, hija ¿y?¿qué hay con eso?

¿No te molesta? Nos creas, nos das todo cuanto necesitamos y nosotros poco y nada nos fijamos en ti.

-No, no me importa. Tampoco me importan sus alabanzas ni sus ruegos, en realidad.

¡Wow! Wow... para, no sé si quiero saber tanto.

-Eres graciosa. No, no me importa, ¿por qué me iba a importar? Puedo ver dentro de ustedes. Los creé con un propósito, que sean humanos y vivan ¿por qué me iba a enojar porque lo llevan a cabo?Cuando se acuerdan de mí lo agradezco, pero el resto del tiempo es lo más importante.
¿Cómo vas con lo tuyo?

Bien, bien... creo.

-El otro día me di cuenta que reflexionabas sobre la edad. Me parece interesante observar tus cambios.

¿Por qué mejor no me ayudas? Me encuentro muy obsesionada con mi peso, y no comprendo por qué.

-Sólo tienes miedo de perder tu apariencia juvenil. Envejecer implica que te encuentras más cerca de la muerte, y eso da miedo. Bueno, a ustedes. Tienes treinta y un años. Ya dejaste de buscar quién eres y de aprender a sobrevivir en el mundo; ahora vas a pensar en para qué vives, cuál es tu propósito, tu papel en la creación. Intentarás hacer algo bueno, algo importante. Es una etapa interesante, aunque te pueda parecer algo... complicada. Lo siento por eso.

Vivir es complicado.

-Lo es, por eso hay tanta riqueza en la vida. La vida es prolífica en muchos niveles, y en muchas formas. Creación infinita y constante, para ustedes, con ustedes y a través de ustedes. No sólo me refiero a los humanos, sino a toda la creación. 

Ya me has dicho eso muchas veces.

-Lo sé, lo siento. Pero por alguna razón siempre terminamos en lo mismo. La vida siempre es el gran tema. Pero, para aclarar tu inquietud, y con esto me refiero a la verdadera: No, no te voy a castigar por dejarme de lado por tu vida.

¿No hay "castigo divino", entonces?

-Hmmm, sí y no. Hay, desde el punto de vista de ustedes, que muchas veces no comprenden las causas de sus efectos; pero no estoy en plan de meterme en la vida de nadie, ya para eso creé un mundo que de mantiene equilibrado por sí solo. A veces he intervenido cuando ha sido necesario, pero sólo uno que otro empujoncito. La mayoría de las cosas son mérito suyo.

Eso es equivalente a decir que estamos solos.

-Según tú lo entiendes, sí.

¡Es horrible! ¿qué clase de padre...

-Trata de entender. El tiempo es mío. Todo lo que tú harás en veinte años ya lo hiciste para mí. En realidad yo estoy por delante de ti, más que contigo. Es como si yo fuera caminando delante, limpio el camino, voy quitando y dejando piedras, seleccionándolas para que sólo queden aquellas con las que puedes tropezar, para que siempre te levantes. No estoy "contigo" como tú lo entiendes, pero estoy ahí. Míra bien y me hallarás.

A Moisés con la poesía críptica.

-Te amo, hija, pero también a todas las demás criaturas. Si mi amor fuera como el de ustedes, sólo me encontraría una y otra vez en medio de dos chicos caprichosos que pelean por atención y deseos. Mi amor está en hacer lo necesario para que sobreviva la creación. Y a veces lo necesario no es lindo para ustedes. Lo siento.

No sé si lo entiendo.

-Lo entenderás. Te he criado para eso.