miércoles, 20 de diciembre de 2017

Puzzles.

Hey.

-¡Hola!

Hola.

-Te vi leyendo el Tarot otra vez.

Hmm. Sí.

-Me gusta que hagas las cosas para las que te crié. Además te levanta el ánimo y no me puedes negar que te gusta también.

No. Bueno sí... No lo sé. Sabes que me gusta pero... Hay un riesgo mayor de volverse soberbio, de engañarse con la ilusión de un poder inexistente... me asusta.

-Entiendo tu preocupación.

Dejé de leer el Tarot por dos motivos: Primero, porque no soportaba el tener que vivir de ello a costa de tener que aceptar cualquier cosa. Las lecturas perdieron todo sentido de descubrimiento para mí, los seres humanos son muy predecibles. Y segundo, el destino.

-¿El destino?

No tiene objeto prever lo que va a ocurrir, si lo evitas a la larga, estás evitando el aprendizaje. Las lecciones se repiten hasta que se aprenden, entras en un loop. Y las personas no están abiertas a razonar en profundidad sólo quieren saber de forma instrumental.

-Podrías verlo como los demás. Hay cierta ingenuidad  en el concepto de "ayudar a otros" que me parece francamente conmovedor.

No, dejé de creer en la posibilidad de ayudar, a menos que pueda elegir la lectura y observar si realmente hay una disposición de recibir ayuda. La mayor parte de la gente consulta más de un Tarotista, una y otra vez hasta que encuentra al que le dice lo que quiere escuchar. Preguntan cada día lo mismo, esperando distinto resultado. La gente tiene muy poco respeto por la inteligencia a la que consulta.

-Pero a mí no me importa, todo lo que haga falta para hacerles la existencia más agradable. ¿No lo ves? Me comunico con ustedes, pero la mayoría no entiende mi lenguaje, no ve los símbolos con la curiosidad precisa y pierden fácilmente la lógica ante el desborde de sus emociones. Quiero que vean, quiero que los que comprenden interpreten para los que no. ¿Para qué mandaría tantos profetas si no?

¿Y cuál es el fin? Nada cambiará.

-Sentido. Ese es el fin.

¿El sentido? Creo que tus profetas están al debe con eso. No somos los mejores, no somos los más sabios. Sólo somos ciegos guiando a otros ciegos.

-Lo sé. Pero todos tienen algo que dar a otro, y espero que cuando te lo pida te pongas a mi disposición. Yo sé lo que hago, hija. No es sólo cada uno y lo que puede dar y lo que quiere recibir, es la suma de las partes interconectadas. Piezas de un puzzle que algún día cada uno completará y al hacerlo, podrá entender el propósito de todo lo que vivió.

Pero ¿No dijiste que el propósito de la vida es vivir, simplemente?

-Asi es, pero todos necesitan saber qué lugar ocupan en ese escenario. Es un asunto de fundamento.

¿Y mi propósito es leer el Tarot?

-Tramposa, arma tu propio puzzle.

Angelitos, el alma y lo inexplicable.

¿En qué momento entra el alma en el cuerpo humano?

-¿Me lo preguntas a mí?

Sí, dime ¿desde cuándo está el alma en el cuerpo de un ser humano?

-Desde siempre.

¿Cómo desde siempre?

-Pasado, presente, futuro, una vida, miles de vidas, todo sucede en el mismo instante. El alma humana de una vida estuvo en esa vida desde siempre, todo lo que hizo antes y todo lo que hará después late en ese corazón. Lo preguntas por tu, perdón, por tus bebés ¿no es verdad?

...

-Lo entiendo. Comprendo tu frustración y tu pena, pero esa alma, te agradece por la oportunidad de experimentar lo que alcanzó a experimentar, y en ese paso, a cambio, te deja una enseñanza para lo que te queda.

¿Cómo voy a saber lo que  me vino a enseñar?

-Con el tiempo te darás cuenta de que has cambiado gracias a esa experiencia. Ahora no lo notas, porque tus emociones aun están a flor de piel, porque aun a veces te preguntas por qué a ti y por qué a ellos. Sin embargo, esto ya está haciendo efecto en ti y en Rodrigo y verás, que ese efecto era necesario.

...

-Tranquila, todo va a estar bien. Les diste amor y ellos te dieron a ti amor, más días o menos días, en la eternidad no hace ninguna diferencia. El amor perdura, su huella en el alma es permanente. Intenta pensar en ellos como esa figura linda, de los angelitos que te cuidan.

Pierde un poco la magia si me dices que es una figura... ¿y no será el alma también una figura, una ilusión?

-El alma es, en cierta forma una figura, sí, porque ustedes rara vez alcanzan a comprender lo que es. Es a la vez una totalidad y un fragmento, a la vez divina y humana. Pero ahí está, y perdura, porque cuando el cuerpo muere ella permanece en toda la luz que logró manifestar: esos son tus angelitos, esa energía de amor que se imprime en tu corazón y en tu vida.

Pero son sólo una figura.

-Una figura no es algo falso, es una manera de explicar algo inexplicable.