sábado, 18 de octubre de 2014

Triste revelación.

Dios, hoy me di cuenta de que él no me ama.

-Triste revelación.

Lo más divertido es que él en verdad cree que me ama, pero no lo hace.

-Vas a tener que explicar eso. Me interesa saber qué ves tú en su corazón.

Su corazón es suave y noble, pero actúa práctico y frío. No comprende en ningún caso la dimensión emocional de las cosas que hace, y cómo estas pueden hacerme daño.

-¿Pero cómo va a saber él las cosas que te hacen daño? Además, no nos engañemos, tú eres bastante sensible.

Le pedí abiertamente que no hiciera algo, que necesitaba que no lo hiciera, y buscó motivos prácticos que justificaran hacerlo. Se hizo trampa a sí mismo y también a mí y eso me duele.

-Te duele, bien ¿qué harás?

Nada.

-¿Nada?

Nada. Yo sé que él es así, desde siempre. Lo amo en cierta forma porque es así, porque es astuto más allá de lo que él mismo logra apreciar. Desearía que no usara asu astucia conmigo, pero es como un niño manipulador que no tiene el criterio para diferenciar tanta sutileza. Y conmigo se necesita sutileza.

-Cierto es.

Y me atocharé de chocolate.

-Ni lo digas.

Esperaba una respuesta algo más compleja.

-Tú lo amas, puedo verlo y yo respeto eso. No hay nada que respete más que el amor. El amor es un ser espiritual, no sabes por qué está ahí, pero está. No sabes por qué eres capaz de ver con buenos ojos todo lo que esa persona en particular hace, pero lo haces. Lo importante y lo que hace la diferencia entre el verdadero amor y el que no lo es, es que el amor verdadero da sentido y paz espiritual a quien lo vive, más allá de las penas y alegrías por las que deba pasar, que son parte del devenir. No te diré si él te ama o no, y en realidad no importa porque el amor es hacia el otro. Tú lo sabes.

No hay escapatoria.

-No, no la hay. Fuiste creada para amar a esa persona. Quizás seas la única persona creada para amar a esa persona. Este es el rol que juegas, juégalo bien. No seas dura con él y aprovecha todo lo bueno que te hace sentir, puedo ver que te da mucha felicidad. ¿Qué importa el resto? ¿Acaso no sigue siendo un buen negocio lo que das a cambio de lo que ganas? ¿Te arrepientes de algo?

De nada.

-No hay nada mejor en el universo. Eso es la vocación. Esa es tu vocación. ¿Suficientemente complejo para ti?

Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario