martes, 14 de abril de 2015

Cansancio psicológico.

Los días de psicólogo son mortalmente cansadores.

-¿Mortalmente?

Son días en los que quisiera llegar a dormir. Directo a la cama, sin escalas. Nadie que interrumpa a mi reflexivo yo.

-Si fuera por eso me la pasaría en cama. Suerte para ustedes que no soy humano. ¿Realmente te cansa tanto?

Es emocionalmente muy intenso. Pienso y siento las cosas que normalmente me niego a pensar y sentir. La energía que gastas en evitar un tema tiene directa proporción con su relevancia en el proceso.

-¿Y en qué cosas no quieres pensar?

En el futuro.

-Eres del tipo carpe diem entonces.

No, en realidad. Sólo pienso en que el proceso de sanación me podría costar todo lo que amo. Nadie está obligado a permanecer junto a alguien que no está mentalmente equilibrado.

-¿Tienes miedo a la soledad?

Tengo miedo de perder a algunas personas en especial. La soledad me gusta, pero a ellos los amo.

-¿Vale la pena el riesgo?

No tengo opción. No podía seguir viviendo de la forma en que lo estaba haciendo. Me estaba volviendo insoportable hasta para mí misma... el proceso es duro, pero mi objetivo es recuperar la alegría.

-Mucho cansancio.

Cansancio psicológico.

jueves, 9 de abril de 2015

Una probadita de omnisciencia.

¡ah! Me agota la gente...

-¿En serio? Mira... y yo que te vi tan en tu salsa...

¿Me viste? ¿No tenías nada mejor que hacer?

-Hija, no tengo elección, soy omnisciente.       

Lo siento, es que a veces pareces tan psicópata...

-La parte psicopática es que  me divertí, ¡jejeje!

No sé que tenía de divertido...

-Es maravilloso verlos usando su cerebro, razonando en abstracto... creando realidades... como pequeños yo.

Nunca sé si debo sentirme halagada u ofendida.

-También sus limitaciones son bellísimas.

¿Ofendida?

-Sólo dime... ¿Acaso no lo pasas bien en estas reuniones? Y no trates de mentirme, ya sabes que es en vano.

Sí... pero no retiro que me cansan. Es sólo que estoy muy acostumbrada a estar sola.

-Mala costumbre. Yo los ideé sociales.

Son demasiados estímulos. Emociones, señales, palabras, gestos y expresiones... además del tema de conversación en sí. Y las necesidades de ser anfitrión y servir.

-Multiplica eso por n y considéralo una probadita de omnisciencia.

viernes, 3 de abril de 2015

La decadencia del cordero en el ascenso del becerro. (Viernes Santo)

¿Disfrutando tu semana?

-No deja de ser halagador que las personas recuerden de vez en cuando que todo lo que tiene se debe a... mí.

Yo esperaba hoy un día recatado y espiritual, pero no. Por primera vez parece que a nadie le interesó el viernes santo.

-Triste, ustedes eran de los buenos ¿sabes? de los reflexivos.

Yo soy muy reflexiva. Incluso en viernes santo. He pensado mucho en la apatía religiosa. ¿Por qué nos dejamos llevar por el placer vacío y no buscamos algo... mejor?

-¿Algo superior? No te pongas new age ahora.

No, no es eso. Es sólo que siento que la gente está perdiendo la fe en Dios, en cualquier Dios. Pero la está reemplazando por algo más, algo feo. Un becerro de oro.

-¡Metáforas bíblicas! muy Ad-Hoc.

No te rías. Ya que antropológicamente necesitamos rituales que nos den sentido, hemos creado rituales nuevos compatibles con la nueva religión: salimos a comprar cosas en determinadas fechas; nos compramos ropa nueva en primavera, para navidad, para año nuevo; cuando sentimos vacío vamos al Mall, a un restaurante, a beber cócteles; hay determinadas marcas que definen tu estatus en la comunidad, los sacerdotes de la alta costura, la alta gastronomía, el diseño exclusivo... Tenemos una religión en torno al dinero y no nos damos cuenta.

-A ver, hija, cálmate un poco. Es verdad que las personas han ido cayendo de a poco en lo que dices, pero si te has dado cuenta sólo tienes que abstenerte de caer en esos rituales, nada más. Cada cuál tiene su hora para ver la verdad, si crees que la tuya ha llegado, pues sigue tu instinto.

¿No te da pena que a nadie le importe ya que sea viernes santo?

-¿Por qué te preocupa? Ni siquiera eres cristiana.

Es que... La religión, es una forma de disciplinar al espíritu. Bien comprendida, la religión, por simple que sea, te permite encontrar la verdad, te permite vivir la verdadera felicidad.

-Cada cosa a su tiempo, cada persona en su momento.

No puedo creer que estés tan calmado.

-Hija, tengo todo el tiempo del mundo.