viernes, 9 de enero de 2015

Soledad y desnudez.

Estoy totalmente deprimida.

-No hay que ser yo para darse cuenta... ¿quë pasó, hijita?

Mira, en realidad, me levanté ligeramente desanimada, y durante el día no mejoré, sino por el contrario.

-Supongo que eso explica por qué me cuentas esto con un chocolate en la boca y otro en la mano.

No te burles. Estuve reflexiva y puse eso en mi estado de facebook, haciendo un recuento de lo que tengo y que hace que no me explique por qué me deprimo ¿y sabes? A mi hombre se le ocurrió hacer un análisis de lo que escribí que me hundió.

-¿Qué fue eso tan grave que te dijo?

Básicamente... que no tengo nada...

-Lo tienes a él.

Es cierto. Pero ya se fue de mi lado una vez.... así que...

-Tú hijo...

Que está creciendo, y se irá a vivir su propia vida...

-Hija, lo seres humanos no tienen nada, en realidad. Nacen solos y desnudos y así mueren. Lo único que queda de ellos es la huella que han dejado en otras personas. Tienen en sus manos (al menos en buena parte) tan sólo el tiempo que viven.

Tengo 30 años, estoy 30 años más cerca de la muerte...

-Esos pensamientos no ayudan. Lo sabes ¿verdad?

Yo creo que por eso soy taoísta. Estoy tan acostumbrada a perder, mi vida ha sido tan inestable, que la única forma de sobrevivir es ser como el agua: adaptable a toda superficie y sin aferrarse a nada. Todo lo que he tenido ha sido siempre temporal, eso es el mundo para mí. Me aferro a mis valores y creencias para enfrentar la pérdida y el miedo que la antecede.

-No seas dura contigo misma, todos los seres humanos tienen un pasado que los precede y determina qué harán y cómo. Estás lidiando con una crisis de fe en tu persona, pero no hay nada mal en eso... Jesús tuvo dudas, también Buda. La duda refleja una virtud: la humildad.




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