viernes, 6 de marzo de 2009

Buscando trabajo en un país católico.

Cuando decidí dejar el Tarot para buscarme un trabajo más normal y estable, nunca pensé encontrarme con la frustrante realidad de una país que es católico pero en la teoría, cuando suena lindo. Un país en el que no se valora en absoluto el matrimonio, la familia, la formación de los hijos. Un país en que los trabajos para las madres solteras (no profesionales) son en horario de mall... un horario horripilante, que te lleva todo el día a cambio del sueldo mínimo que se irá en pagar el arriendo, la locomoción para trasladarte al mismo trabajo, los servicios básicos y una persona que te cuide bien a tu hijo, que con suerte te va a ver. ¿Dónde están los empresarios católicos de este país? Porque para ir a las ceremonias religiosas importantes están ahi, pero... ¿son católicos en lo esencial si no respetan los valores del matrimonio y la familia, núcleo de la sociedad?
No faltará el que diga "Yo los respeto, soy casado".
Un empresario católico debiera tener conciencia de que el padre o la madre que trabaja está ausente en su núcleo familiar cuando está en sus instalaciones. Conciente de que minan el matrimonio los extensos horarios y los turnos rotativos, sólo por mencionar algunos. ¿Por qué se escandalizan con el alto porcentaje de infidelidad si claramente la compañera o compañero de trabajo conoce y comparte mucho más tiempo con la persona que su propio cónyuge? Si ambos tenemos que trabajar (lo que resulta en la mayoría de los casos, porque con un sueldo no alcanza) ¿A qué hora nos vemos?... ¿A qué hora estaremos con nuestros hijos? ¿Cómo nos escandalizamos de una sociedad consumista si los padres no tienen otra forma de compensar a sus hijos por no estar y sentir que las ausencias valen la pena, que comprar y consumir? Me encontré a mí misma en la humillante situación de decirle a mi hijo "voy a trabajar pero va a ser mejor porque... (lo pienso porque no es fácil explicarle esto a un niño) vamos a poder comprar más cosas." La verdad es que necesito trabajo porque no alcanza con lo que gana mi marido, pero como el niño no va a entender eso y necesitas que lo acepte de buena forma, así que le das algo que pueda estimularlo y que sea visible y tangible para sus sieteañeras manitos.
Buscar en este país un trabajo que me permita ser mamá y esposa es una verdadera utopía. Y encima no falta el patudo que te dice que eres floja y que no saldrás adelante cuando le enrostras que su horario de mall no te permitirá ver a tu hijo... claro, no saldré adelante pero no por floja sino por no dejarme explotar y tener como prioridad la familia. Eso sería lo ideal, pero me moriría de hambre, y eso que hablo ingles y sé computación.
En fin, me encuentro ante la pregunta que tan polémicamente se hizo el padre Hurtado (y que le vale la santidad) ¿Es Chile un país católico?
Me temo que la respuesta sigue siendo no.
(Y ojo que los catequistas no son pagados en este país, así que la iglesia también está agarrando las mañas)

No hay comentarios:

Publicar un comentario