domingo, 22 de marzo de 2015

Psicología Brujística.

Soy una bruja.

-Ahí vamos de nuevo...

Soy una bruja. Me odio profundamente.

-No esperes a que te pregunte, sólo dime qué te pasa ahora, mujer.

Tengo el mejor marido del mundo. En serio, el mejor. Tengo muchas opciones, una buena vida, no me falta nada. Estoy a un paso de dejar el trabajo que odio por otro que me gusta ¡y no entiendo por qué diablos estoy tan enojada!

-Calma, hija, calma...

¡Estoy para matarme!

-No... es sólo que no sabes lidiar con las cosas buenas. Tu vida ha sido restringida, una austeridad forzada deja ciertas huellas en las personas ¿sabes?

¿Austeridad... forzada?

-Piensa ¿Qué decían tus padres cuando deseabas algo?

"No hay plata" "son cosas que el imperialismo quiere que quieras" "no podemos"... pero siempre estaba navidad...

-Cuando eres niño deseas cosas, es normal. Los padres deben aprender a lidiar con sus posibilidades y enseñarle a sus hijos a hacerlo también, de una forma sana. Sin embargo, a ti te enseñaron que desear era malo, porque eras pobre y los pobres no pueden desear.

No, no lo recuerdo así.

-Por supuesto, tus padres no lo hicieron a propósito tampoco. Fue más bien consecuencia de una ideología mal enfocada. Pero el caso es que tienes miedo de ser feliz.

¿Se puede eso?

-Sí. Dime: ¿cuándo es que recuerdas, por primera vez, ser consciente de tu felicidad?

No lo sé... tenía... nueve, diez años. 

...

Estábamos en la Quinta Normal, jugábamos a la pelota con mi papá y mi mamá se reía... éramos tan malos...

-¿Qué edad tenías cuando se separaron tus padres?

Diez... diez años.

-¿Y no crees que quizás tu mente infantil hizo una relación entre la felicidad y la pérdida? Tal vez sólo tienes miedo de que lo bueno en tu vida desaparezca, como lo hizo en ese momento de tu infancia... y por eso no te apegas a ello, tratas de ignorarlo, de que no sea tan bueno. Así quizá no se vaya...

Yo... no sé qué decir... no me justifiques...

-No puedo no hacerlo, conozco todas tus vulnerabilidades, hija. Ya lo dijiste tú una vez, mientras hablábamos, que todo es temporal para ti, así que adaptarse es una forma de sobrevivir... no digo que no seas bruja, lo que digo es que no es completamente voluntario. Todos tienen miedo. También tú, brujita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario